Se trata de un anillo de compromiso que el 19 de Febrero de 1981 el príncipe Carlos de Gales regaló a Lady Diana Spencer. La sortija había sido elegida por Lady Di a través de un catálogo de la joyería Garrards, y vista por última vez en 1996, justo antes de su divorcio.
Se trata de un maravilloso zafiro azul de 18 quilates, rodeado de catorce diamantes, montados en un anillo de oro blanco cuyo valor estimado asciende a medio millón de dólares USA.
Tras el anuncio de compromiso del príncipe Guillermo y Kate Middleton, todas las miradas iban dirigidas hacia el dedo anular, que lucía tan preciada joya. “Como ustedes pueden reconocer, al anillo de compromiso es el de mi madre. Es muy especial para mí y Kate es ahora muy especial para mí. Es la manera que tengo de asegurarme de que mi madre no se pierda un día como el de hoy; la emoción y la noticia de que vamos a estar juntos el resto de nuestra vida”, explicó el príncipe Guillermo durante la comparecencia pública en el palacio de St. James.
La boda real coincidió con el 30 aniversario del enlace de Carlos de Inglaterra y Lady Di.
Casi treinta y cinco años después se siguen haciendo réplicas, posiblemente es el anillo más deseado del mundo, todo un referente entre enamorados y princesas. Un sueño alcanzable para cualquier economía siempre y cuando el joyero adapte tamaños y calidades al presupuesto de cada uno.
Sirva como ejemplo esta maravillosa réplica fabricada por Javier Baquerizo con un espectacular zafiro kanchanaburi de 5, 83 quilates y 14 brillantes de primera calidad con un peso 1,59 quilates, con una montura en oro blanco, un anillo que pasará a la historia.
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